martes, 10 de febrero de 2009

USEMOS LA AUTORIDAD



Dios tiene grandes cosas para los próximos tiempos. Nosotros vamos a ser testigos de un sacudir del Espíritu en esta tierra, como nunca antes en toda la historia de la humanidad. Limpiemos nuestras vestiduras. Seamos prudentes, mantengamos las lámparas encendidas, con el suministro de suficiente aceite.

Yo creo que Dios está preparándose para abrir una nueva estación en este despertar, en el rompimiento de viejas estructuras espirituales. Hay una lucha tan atroz entre el bien y el mal. Y Dios se ha hecho cada vez más definido, más gráficamente claro. Demostrando su poder Soberano. Y los moradores de las tinieblas están haciendo todo lo posible por acelerar y fortalecer su posesión sobre la humanidad, porque ellos saben que su tiempo ha fenecido. Sé que Dios está preparando algo que, no estoy segura exactamente de cuáles van a ser las proporciones; o cómo se articula en todo el plan cronológico y eterno de Dios en la historia. Pero sí, sé que un mover grande de Dios se prepara y vamos a desenvolvernos a un nivel de autoridad sin igual; impactando el campo del enemigo, caminando siendo portadores de luz, iremos haciendo retroceder a los espíritus de las tinieblas, sobre los gobiernos, sobre las instituciones, sobre las relaciones internacionales y otra cantidad de cosas, como las artes, el intelecto, las universidades, en el mundo entero.

Pero para que podamos ejercer la genuina autoridad, es menester entender sus principios. Y nosotros que somos su iglesia necesitamos primeramente saber cómo usar la autoridad en el Espíritu obediente, manso y complaciente de Jesucristo, quien fue un GOBERNADOR, siervo. Un guía que sirvió y nos sirve a nosotros que estamos bajo su soberanía; no se sirve ni se beneficia de nosotros, su entrega es con fidelidad, con amor, con magnificencia.

Hagamos una súplica derramando nuestro corazón ante Él. Para que podamos ser acreedor de tanta gracia, tanta gloria y autoridad delegada.

Danos, Dios… espíritu de sabiduría y de entendimiento, danos la capacidad para vivir a la altura de lo que estamos declarando, Señor. Gracias por tu misericordia y por tu amor, haznos un pueblo poderoso, un pueblo valiente y maduro, un pueblo que pueda entender que debemos caminar en santidad, así como demanda tus mandamientos. Solo a tí te tributamos, te glorificamos, te honramos, Señor. Gracias, Glorioso Mesías, sólo tuyo es el imperio por los siglos de los siglos.


Razón suficiente para permanecer A LOS PIES DEL MAESTRO.

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