miércoles, 4 de marzo de 2009

SI CREYERAS VERIAS LA GLORIA DE DIOS



LÁZARO, sal fuera!!!

Juan 11-44- Biblia Nueva versión Internacional.

1 Había un hombre enfermo llamado Lázaro, que era de Betania, el pueblo de María y Marta, sus hermanas.2 María era la misma que ungió con perfume al Señor, y le secó los pies con sus cabellos.3 Las dos hermanas mandaron a decirle a Jesús: «Señor, tu amigo querido está enfermo.»

Quiero que recapacitemos juntos qué cosa tan extraña!!! Esto de que lo avisan y Él, les da la espalda. Ésta es la lectura a primera vista, pero cuando ahondamos en el Espíritu, nos damos cuenta que Jesús sólo estaba esperando que el terreno esté realmente preparado para que Dios Padre se glorifique con todo su esplendor. Muchas veces nosotros estamos en aflicción en desesperación, enfermos, en escasez del espíritu y de lo material también, y clamamos a Dios. Lo suplicamos pero pareciera que hablamos en el aire, o que invocamos a un Dios sordo o indiferente. Pero en realidad Dios escucha y espera que crezcamos más en Espíritu para que cuando se produzca el milagro podamos vivir genuinamente sus maravillas.

4 Cuando Jesús oyó esto, dijo: «Esta enfermedad no terminará en muerte, sino que es para la gloria de Dios, para que por ella el Hijo de Dios sea glorificado.»
5 Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro.6 A pesar de eso, cuando oyó que Lázaro estaba enfermo, se quedó dos días más donde se encontraba.7 Después dijo a sus discípulos: —Volvamos a Judea.

No termino de admirar cómo manejó Jesús la situación. Aquí no hubo ligaduras almáticas, aquí hubo AUTORIDAD. Cualquiera que no esté maduro en el Espíritu, y que no haya entendido la tarea encomendada por Dios, correría hacia el amigo o familiar, desearía incluso que se muriera en sus brazos. Pero el MAESTRO hizo lo contrario, se hizo el frío, del despreocupado, del insensible y prosiguió su camino. Se supone que en todo ese tiempo Jesús estaba intercediendo por un milagro y cuando obtiene la respuesta del padre vuelve con PODER Y GLORIA.

11 Dicho esto, añadió: Nuestro amigo Lázaro duerme, pero voy a despertarlo.

Está claro que ni las penurias de un amigo, ni el furor del enemigo lo saca de la tarea delegada, sólo hacía LA VOLUNTAD DEL PADRE CELESTIAL.

17 A su llegada, Jesús se encontró con que Lázaro llevaba ya cuatro días en el sepulcro.

Pero eso no era ningún impedimento porque para Dios no existe el tiempo. Él es el mismo ayer y siempre, solo nosotros sabemos de días y tiempos-crono-, el kairo de Dios es eterno.

21 —Señor —le dijo Marta a Jesús—, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.22 Pero yo sé que aún ahora Dios te dará todo lo que le pidas.

Muchas Martas andan en este tiempo que tienen la FE firme sabiendo que Cristo es el hijo del Dios viviente, que tenía el poder y la autoridad del padre y que esa misma potestad se nos ha entregado a nosotros para honrar su nombre.

23 —Tu hermano resucitará —le dijo Jesús.

Jesús no sólo que la consuela sino fue categórico con ella. Cuántas veces -nosotros los ministros del señor- no somos categóricos para que se efectúen milagros pero el receptor lo anula por carecer de una FE INALTERABLE

25 Entonces Jesús le dijo: —Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera; 26 y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás. ¿Crees esto?

Guau!!! Qué mensaje tan impetuoso, que nos hace sacudir la masa encefálica.

28 Dicho esto, Marta regresó a la casa y, llamando a su hermana María, le dijo en privado: —El Maestro está aquí y te llama. 32 Cuando María llegó adonde estaba Jesús y lo vio, se arrojó a sus pies y le dijo: —Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.

Otro impacto tan violento, y reconocimiento tan sublime la de Maria de ir a los pies del maestro con la FE tan certera.

33 Al ver llorar a María y a los judíos que la habían acompañado, Jesús se turbó y se conmovió profundamente. 34 —¿Dónde lo han puesto? —preguntó. —Ven a verlo, Señor —le respondieron. 35 Jesús lloró.

Aquí muestra el relato que Jesús también dio riendas sueltas a las emociones, y acompañó con un corazón humano el dolor de las hermanas de Lázaro, aún sabiendo que Él era LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA.

38 Conmovido una vez más, Jesús se acercó al sepulcro. Era una cueva cuya entrada estaba tapada con una piedra. 39 —Quiten la piedra —ordenó Jesús.

Jesús se sigue conmoviendo cuando se acerca al sepulcro. Cuando nos encontramos en cuevas espiritualmente muertas tapadas por las piedras de las dificultades, las adversidades, cubriendo nuestras mentes, ensombreciendo con la DESCONFIANZA, muchas veces objetamos con altivez el SEÑORÍO de Dios.

Y Él espera que quitemos las piedras para que pueda actuar con SOBERANÍA en nuestras vidas, al margen de que Jesús quiere que nosotros hagamos lo está a nuestro alcance porque lo IMPOSIBLE lo hace Él.

Marta, la hermana del difunto, objetó: —Señor, ya debe oler mal, pues lleva cuatro días allí. 40 —¿No te dije que si crees verás la gloria de Dios? — le contestó Jesús.

Cuántas veces fluctuamos en la fe, en principios creemos tajantemente en el poder de Dios, pero por otro momento, disminuimos limitándolo, objetando según nuestra mente humana. Pero Jesús ratificó que tan sólo si CREYÉRAMOS veríamos LA GLORIA DE DIOS.

43 Dicho esto, gritó con todas sus fuerzas: —¡Lázaro, sal fuera! —Quítenle las vendas y dejen que se vaya — les dijo Jesús.

Así somos liberados, de las vendas mágicas de los ojos espirituales, nos saca fuera, nos impulsa a nuestro destino profético. Nos envía a dar testimonios de misericordia, de su visitación, de su amor.

Si creyéramos veríamos la gloria de Dios...A LOS PIES DEL MAESTRO.


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