Hebreos 12:1-2 “Por eso, nosotros, teniendo a nuestro alrededor tantas personas que han demostrado su fe, dejemos a un lado todo lo que nos estorba y el pecado que nos enreda, y corramos con fortaleza la carrera que tenemos por delante. Fijemos nuestra mirada en Jesús, pues de él procede nuestra fe y él es quien la perfecciona. Jesús soportó la cruz, sin hacer caso de lo vergonzoso de esa muerte, porque sabía que después del sufrimiento tendría gozo y alegría; y se sentó a la derecha del trono de Dios." (Dios Habla Hoy)
Las carreras a las que se refiere el escritor hebreo, según los entendidos, formaban parte de un deporte popular hace más de 2000 años.
El apóstol Pablo nos compara a todos nosotros también como aspirantes a culminar una carrera. Numerosos cristianos creen que ésta es una lucha, pero si vivimos como dicta
Y para tener victoria en nuestra carrera, debemos tener animadores genuinos, cristianos que nos celebren cuando lo hacemos bien, y que oren, levanten manos santas a nuestro Padre Celestial, cuando entramos en vacilación. Sin dudas, nuestros mejores animadores son también las "cantidades de personas que han manifestado su fe", como ésta que mencionamos en hebreos 12-12.
Estos creyentes de los tiempos históricos que menciona
Y este apóstol de Jesucristo nos ruega "despojarnos de todo peso", como los atletas que se sacan las ropas para que nada pueda obstaculizar su lanzamiento hacia adelante. Pero nosotros los cristianos, debemos diferenciar la jerarquía: no interesa demasiado la velocidad, lo que vale es
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