lunes, 7 de diciembre de 2009

La Iglesia Genuina

Néstor A. Martinez

Dice en los originales de la segunda Carta de Pablo a Timoteo, que toda la Escritura es inspirada por Dios para nuestro provecho. Dice también que la iglesia va a retornar a lo que fuera, según lo leemos en el Libro de los Hechos.

Sin embargo, nosotros vemos eso y no encontramos ninguna conexión con la realidad presente. ¿Y sabes que? Lo aceptamos. Decimos: "Está bien; los tiempos cambian. Ahora tendrá que ser así". No. En absoluto. No.

Porque lo que está escrito allí, en modo alguno son historias o historietas para ilustrar clases infantiles en iglesias modernas los domingos por la mañana, mientras los padres se reúnen a debatir para ver que salario van a abonarle al pastor en los próximos meses. Lo que está escrito allí, sucedió así, exactamente como lo relatan. ¡No es historia de ficción! Entonces, cuando hablamos de retrotraernos a la iglesia primitiva, la que vemos operar en Hechos, no podemos encontrar relación alguna que nos resulte coherente con nuestra realidad. Ni siquiera nos entra en la mente que, por ejemplo, en medio de una predicación pastoral, alguien que ha recibido una palabra fresca y Rhema del Señor, se ponga de pie e interrumpa al orador. Sin embargo, en la iglesia abierta de Corintios, vemos que es así. "Calle el primero", dice...

Aquella gente hizo esa clase de iglesia. Y era gente común, como tú o yo. Y fíjate que nosotros, hoy, tenemos la gran ventaja de tener mayor capacidad de entendimiento y toda el conocimiento de la historia a nuestro favor.

Mucha es la gente que no encuentra relevancia entre la letra y la vida. Es por eso que, ministerios muy singulares que operan en la libertad de Cristo, traen palabra relevante para el día presente y ,por ese motivo, resultan chocantes. Simplemente, porque no estamos acostumbrados a actualizar la letra todo el tiempo. Sin embargo, ese es el provecho que tú puedes sacarle a la Biblia: encarnarla y vivirla día a día.

La Palabra dice que la realidad y la Escritura se unen en el mundo natural. Que vamos a poder disfrutar el regreso, es decir: vamos a poder encarnarlo, vamos a poder vivir las cosas que Dios está haciendo.

Lo que hoy consideramos como iglesia, no es el concepto de lo que Dios tenía para la iglesia. Reitero: lo que hoy conocemos como La Iglesia, esto es: la mentalidad, cuando alguien menciona "iglesia", lo que a ti te viene a la mente, no es lo que Dios tenía en Su mente cuando dijo que quería hacer la iglesia.

Cuando tú dices "iglesia", inmediatamente viene a tu mente una fotografía de lo que hoy es una iglesia, pero cuando Dios dice Iglesia, Él no está viendo absolutamente nada de lo que tú estás viendo.

Sin embargo, la iglesia de este siglo va a emparejarse con la visión de Dios, no con los planes de los hombres que la constituyen. Van a haber muchos cambios, y varios de ellos muy duros y casi hasta inaceptables para las máximas jerarquías establecidas. Así es que no debes conformarte y aceptar la actitud esa de que "ya hemos llegado".

Aún no hemos llegado a ninguna parte. Es más; al igual que el antiguo pueblo, estamos dando vueltas en círculos, mientras murmuramos y nos quejamos de todo. Para poder movernos y caminar hacia donde Dios quiere, vamos a tener que identificarnos con nuevas dimensiones espirituales.

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