viernes, 25 de diciembre de 2009

Llegó la Navidad

Llegó la Navidad ¿Cómo podemos celebrar su nacimiento?
CnT-Reflexiones

Llegó la Navidad junto a ella un mundo de felicidad y reflexión, creo que es el mes en que el ser humano no sólo se vuelve sensible con ciertos signos e imágenes que la acompaña. Signos e imágenes que nos vuelve la mirada aquel que nació en un humilde pesebre: Jesús. También, la navidad nos hace olvidar los sinsabores y desgastes de lo acontecido en todo el año 2009.

Hace ya un tiempo atrás escribí una reflexión sobre las dos formas de celebrar este acontecimiento, “me di cuenta que también podríamos vivir la navidad de dos manera, desde arriba, de los que solo piensan en su individualismo y las ganas de hacer dinero a costa de los más pobres. O cuando lo teñimos de demasiada "espiritualidad", y eso nos hace olvidar del otro.

Allí pude comprender que la Navidad debe ser vivida desde abajo, de los excluidos de nuestra sociedad: los pobres, los desempleados, los inmigrantes, los que no tienen un techo, etc. Jesús vivió esa experiencia como niño; en el momento de nacer su madre no encontró un lugar, tuvo que dar a luz a las afueras de la ciudad de Belén.” (1) En condiciones infrahumanas, al respecto nos dice el Dr. René Krüger:

“(…) Como el Niño en el pesebre. Dios se hace totalmente débil, se expone y se arriesga. Lo hace para llegar a lo más frágil, humilde y desprotegido de nuestra humanidad. A las personas más vulnerables, débiles e indefensas. A lo más quebradizo, endeble e indefendible en nosotros.” (2)

El Dios con nosotros asume el dolor, el sufrimiento del ser humano, como lo registra el poema de mi estimado colega Rev. Obed Juan Vizcaíno Nájera (3):


Emanuel

¡Dios humanidad!
Transitas por este mundo,
hecho carne, sentimiento y dolor,
constancia y liberación.

¡Dios esperanza!
Nos das aliento en las luchas cotidianas,
de los pueblos que caminan las rutas necesarias
del compromiso y de la liberación.

¡Dios humildad!
Te ofrezco mi corazón como pesebre,
como cuna de tus sueños que son los míos.
Te ofrendo mi esfuerzo cotidiano,
Mis lágrimas y mis alegrías que son tuyas.

¡Dios realidad!
Permite en este tiempo que cuide tu fragilidad,
niño nacido en nuestra tierra que se libera,
del imperio que siempre persiste en las ambiciones
de quienes se han convertido en lobos sanguinarios
de hombres y mujeres de nuestra tierra.

¡Dios hermano!
Ejemplo solidario hecho cotidianidad,
vives en nosotros y a través de nuestras acciones.
Somos tus brazos y manos tendidas a los débiles,
aquellos olvidados por la sociedad y la religión,
dignificados por tu acción y amor infinitos.

¡Emanuel!
Dios eternamente con nosotros y nosotras,
transitamos contigo caminos de divinidad.
Construcción de Nueva Humanidad,
Hombres y Mujeres libres,
Cielo y Tierra Nuevos.


Ante tanta frivolidad e individualismo de nuestra sociedad religiosa y civil, nos debe llevar a pensar a todos los que hemos dejados que Dios nazca en nuestros corazones, que su experiencia débil y dolorosa se refleja en cada persona sufriente y necesitada que encontramos en nuestro paso hacia la iglesia, pensemos que hay otra navidad, una navidad de los invisibles de nuestra sociedad, como afirma Obed Juan Vizcaíno Nájera en su poema titulado “¡Otra Navidad! (4):


En el encuentro casi casual,
de una sonrisa triste y suplicante,
te vemos en el rostro de un niño
que ruega un trozo de pan,
frente a la opulencia insensible
de quienes vivimos apresurados
entre vidrieras y mostradores,
en medio de fiestas y derroches.

No queremos reconocerte,
estamos ocupados en compras,
en la pretensión de sentirnos felices,
ignorando los rostros entristecidos
de quienes sufren nuestra indolencia.

Te ignoramos en el rostro sin sonrisa,
en las manos tendidas sin respuestas.

No queremos verte en los niños y niñas
que ofrecen limpiar nuestros zapatos,
no nos fijamos que andan descalzos.

Tus pies desnudos pisan el suelo
de la patria que te vio nacer pobre,
que te verá quizás morir abandonado.

Te hemos visto sufriendo soledades,
en pesebres callejeros improvisados
en callejones oscuros e inseguros,
de una ciudad indolente que te ignora.

Te hemos visto durmiendo en el suelo,
arropado con cartones y periódicos.

Te vemos extender tu mano suplicante,
rogando un pedazo de pan sobrante
de las mesas que vestimos de fiesta,
ignorando tu hambre y tu soledad.

Te vemos a diario en las esquinas,
vendiendo tu esfuerzo y tu existencia,
en el regateo diario de mercancías,
compra - venta de cuerpos y deseos.

Te hemos visto Jesús,
por las calles de ciudades y pueblos,
mostrando tu miseria y abandono.

Te vemos crucificado sin celebraciones.
Hemos visto a Herodes sanguinarios,
hambrientos de sangre y sufrimiento.
Perseguirte por nuestras calles,
queriendo esconder tú presencia.

Oye Jesús,
quiero que vengas a mi corazón,
que te sientas en confianza en mi mesa,
y hagas de mi corazón un pesebre
bien abrigado y siempre calido.

Quiero acompañar tu soledad,
ser uno contigo en los que sufren,
en aquellos que la sociedad rechaza.



Al pensar y celebrar este acontecimiento deseo que en esta navidad Dios siga encarnándose en nuestras vidas de manera que podamos conocerlo mejor y experimentar su presencia de una manera más profunda. Esta experiencia debe llevarnos a reflexionar hoy en estas fiestas decembrinas; estamos celebrando una navidad desde arriba, de aquellos que no se acuerdan de los que sufren y andan por ahí buscando un lugar para descansar o somos aquellos que estamos al lado de los que sufren y luchan, aquellos que piden ser vistos y buscan un espacio para vivir mejor. (5) Entonces antes de levantar las copas y pedir por nosotros debemos preguntarnos: ¿Podemos celebrar su nacimiento?


En un mundo de violencia se busca la Paz; ¿se la encontrará?
En un mundo de injusticia se busca la justicia; ¿se la encontrará?
En un mundo de egoísmo se busca la solidaridad; ¿se la encontrará?
En un mundo de soledad se busca el amor; ¿se lo encontrará?

En un mundo así ¿cómo podemos celebrar el nacimiento de un niño?

Porque ese niño es Dios;
Un Dios que vino en medio de la violencia para traer la Paz;
Un Dios que vino en medio de la injusticia para traer la justicia;
Un Dios que vino en medio de egoísmo para traer la solidaridad;
Un Dios que vino en medio de la soledad para traer el amor;

Un Dios que no vino en poder, sino en vulnerabilidad;
Un Dios que no vino en riqueza sino en pobreza;
Un Dios que no vino para ser servido sino para servir;

Celebremos su nacimiento no solamente para mirar, ni aun para admirar, sino para compartir su misión…. (6) Entonces cuando hacemos nuestra la causa de Cristo, pode decir FELIZ NAVIDAD.

Luis Eduardo Cantero es teólogo, pastor bautista, filósofo y docente. Decano y profesor del Seminario Teológico Misionero Tiranno de San Justo, Bs. As, Argentina. Miembro de la Iglesia Evangélica Bautista de Flores. www.luiseduardocantero.es.tl
www.transformandovida.visitame.es

____________

(1) Luis Eduardo Cantero, “Dos formas de celebrar la navidad” en http://www.protestantedigital.com/new/nowleerarticulo.php?r=233&a=2564
(2) Mensaje de reflexión enviado por el Dr. René Krüger a mi correo 24 de diciembre de 2009.
(3) Obed Juan Vizcaíno Nájera, poema “Emanuel” mensaje enviado a mi correo luisecantero@yahoo.com 18 de diciembre de 2009.
(4) Obed Juan Vizcaíno Nájera, poema “¡Otra Navidad!” en http://luiseduardocantero.blogspot.com/2009/12/otra-navidad.html
(5) Cantero, “Dos formas de celebrar la navidad”, op., cit.,
(6) Mensaje enviado por Carlos Scott por mail el 12 de diciembre de 2009.

Publicado por Editor de Contenidos, el Viernes, 25 de Diciembre 2009

lunes, 7 de diciembre de 2009

Volver a la Senda Antigua


Por Néstor Martinez

En Jeremías 2:32, leemos: ¿Se olvida la virgen de su atavío, o la desposada de sus galas? Pero mi pueblo se ha olvidado de mí por innumerables días, (La virgen y la desposada, aquí, son el prototipo de la iglesia. A ella va la queja divina del olvido).

En el mismo libro, pero en 18:15, Dios expresa: Porque mi pueblo me ha olvidado, incensando lo que es vanidad, y ha tropezado en sus caminos, en las sendas antiguas, para que camine por sendas y no por camino transitado.

Parecería haber un contrasentido aquí. Por un lado, dice que debemos volver a las sendas antiguas, en tanto que por el otro, señala que no debemos caminar por sendas transitadas. Sería contradictorio, efectivamente esto, si lo tomáramos de un modo literal. Pero no lo es por una razón muy simple: las sendas antiguas, son aquellas de la iglesia primitiva, la que vemos en el Libro de los Hechos, la que vivía por fe y sin saber lo que sucedería al minuto siguiente.

Indudablemente que no es esta, la que vemos mayoritariamente hoy, en la que todo es previsible, que a veces es exageradamente ordenada, que por momentos llega a ser humanamente controlada, la que no se aparta jamás de un "orden de culto", que nadie sabe quien caracoles inventó, la que ha terminado adorando la estructura que armó, por encima del Creador de la vida, la que centra sus mayores expectativas en sus templos o sus denominaciones, que en la Presencia del Dios viviente en ellos.

Todo esto es lo que se llama aquí "Camino Transitado", prefijado, previsible, rutinario. Senda antigua, por ejemplo, es la iglesia de las casas de familia, aunque no exclusiva ni definitivamente, la de los espacios abiertos, aquella iglesia subterránea de países musulmanes, la que no negocia con la sociedad impía privilegios o prebendas oficiales, ni tampoco con el orden religioso estructural, ya sea oficial como propio.

Por eso es que en Jeremías 17:10, Dios añade: Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su corazón, según el fruto de sus obras.

Sin embargo, donde mejor se expresa esto con mayor claridad conforme al pensamiento de Dios y lo que podemos ver con cotidiana realidad, está en Oseas 8:4: Ellos (Está diciendo "mi pueblo", "mi iglesia"), establecieron reyes (O sea: gobiernos, liderazgos,) pero no escogidos por mí; constituyeron príncipes (Que son liderazgos secundarios) mas yo no lo supe; de su plata y de su oro (Esto es, de su potencial económico, iglesia) hicieron ídolos para sí (Te recuerdo que Ídolo es cualquier cosa que tome el primer lugar reemplazando a Dios. Dinero, poder, política, filosofía, intelectualismo, ciencia, acción social, status religioso) para ser ellos mismos destruidos.

Es una pintura, esta, que se adapta bastante a lo que tú y yo podemos ver a nuestro alrededor sin caminar demasiado. Y no sería tan dramática si no fuera por la contundencia de la última palabra del texto bíblico. ¿Dice Destruidos? Sí. ¿Exagerará Dios? Mi Dios no exagera nunca, el tuyo no lo sé.

La Iglesia Genuina

Néstor A. Martinez

Dice en los originales de la segunda Carta de Pablo a Timoteo, que toda la Escritura es inspirada por Dios para nuestro provecho. Dice también que la iglesia va a retornar a lo que fuera, según lo leemos en el Libro de los Hechos.

Sin embargo, nosotros vemos eso y no encontramos ninguna conexión con la realidad presente. ¿Y sabes que? Lo aceptamos. Decimos: "Está bien; los tiempos cambian. Ahora tendrá que ser así". No. En absoluto. No.

Porque lo que está escrito allí, en modo alguno son historias o historietas para ilustrar clases infantiles en iglesias modernas los domingos por la mañana, mientras los padres se reúnen a debatir para ver que salario van a abonarle al pastor en los próximos meses. Lo que está escrito allí, sucedió así, exactamente como lo relatan. ¡No es historia de ficción! Entonces, cuando hablamos de retrotraernos a la iglesia primitiva, la que vemos operar en Hechos, no podemos encontrar relación alguna que nos resulte coherente con nuestra realidad. Ni siquiera nos entra en la mente que, por ejemplo, en medio de una predicación pastoral, alguien que ha recibido una palabra fresca y Rhema del Señor, se ponga de pie e interrumpa al orador. Sin embargo, en la iglesia abierta de Corintios, vemos que es así. "Calle el primero", dice...

Aquella gente hizo esa clase de iglesia. Y era gente común, como tú o yo. Y fíjate que nosotros, hoy, tenemos la gran ventaja de tener mayor capacidad de entendimiento y toda el conocimiento de la historia a nuestro favor.

Mucha es la gente que no encuentra relevancia entre la letra y la vida. Es por eso que, ministerios muy singulares que operan en la libertad de Cristo, traen palabra relevante para el día presente y ,por ese motivo, resultan chocantes. Simplemente, porque no estamos acostumbrados a actualizar la letra todo el tiempo. Sin embargo, ese es el provecho que tú puedes sacarle a la Biblia: encarnarla y vivirla día a día.

La Palabra dice que la realidad y la Escritura se unen en el mundo natural. Que vamos a poder disfrutar el regreso, es decir: vamos a poder encarnarlo, vamos a poder vivir las cosas que Dios está haciendo.

Lo que hoy consideramos como iglesia, no es el concepto de lo que Dios tenía para la iglesia. Reitero: lo que hoy conocemos como La Iglesia, esto es: la mentalidad, cuando alguien menciona "iglesia", lo que a ti te viene a la mente, no es lo que Dios tenía en Su mente cuando dijo que quería hacer la iglesia.

Cuando tú dices "iglesia", inmediatamente viene a tu mente una fotografía de lo que hoy es una iglesia, pero cuando Dios dice Iglesia, Él no está viendo absolutamente nada de lo que tú estás viendo.

Sin embargo, la iglesia de este siglo va a emparejarse con la visión de Dios, no con los planes de los hombres que la constituyen. Van a haber muchos cambios, y varios de ellos muy duros y casi hasta inaceptables para las máximas jerarquías establecidas. Así es que no debes conformarte y aceptar la actitud esa de que "ya hemos llegado".

Aún no hemos llegado a ninguna parte. Es más; al igual que el antiguo pueblo, estamos dando vueltas en círculos, mientras murmuramos y nos quejamos de todo. Para poder movernos y caminar hacia donde Dios quiere, vamos a tener que identificarnos con nuevas dimensiones espirituales.